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Mi nombre era Eileen, de Otessa Moshfegh


Título: Mi nombre era Eileen

Autor: Otessa Moshfegh

Fecha de publicación: Enero, 2017

Páginas: 280

ISBN: 978-84-2042-394-4

Presentación: Tapa Blanda

Editorial: Alfaguara



Sinopsis


La Navidad ofrece muy poco a Eileen Dunlop, una chica modesta y perturbada atrapada entre su papel de cuidadora de un padre alcohólico y su empleo administrativo en Moorehead, un correccional de menores cargado de horrores cotidianos. Eileen templa sus tristes días con fantasías perversas y sueña con huir a una gran ciudad. Mientras tanto, llena sus noches con pequeños hurtos en la tienda local, espiando a Randy, un ingenuo y musculoso guardia del reformatorio, y limpiando los desastres que su padre deja en casa.


Cuando la brillante, guapa y alegre Rebecca Saint John hace su aparición como nueva directora educativa de Moorehead, Eileen es incapaz de resistirse a esa milagrosa e incipiente amistad. Pero en un giro digno de Hitchcock, el cariño de Eileen por Rebecca la convierte en cómplice de un crimen.


Opinión


Personajes:


La protagonista es Eileen, un personaje del que vais a saber hasta los detalles más nimios e íntimos. Conforme lo iba leyendo, el personaje me iba cayendo cada vez peor, y aunque encontraba ciertos puntos en común con ella, lo único que conseguía con eso era que me diera más repulsión sus instintos y ciertos pensamientos suyos.


Es decir, el desarrollo del personaje está bien construido. Tiene consistencia porque la psicología de Eileen está muy trabajada. Pero eso tiene doble filo. He aborrecido al personaje. Me cuenta su vida después de transcurrir cincuenta años, me cuenta lo que le pone, lo que no le pone, como era de mojigata, sus “vicios”. Se recrea demasiado con ellos. Y vale que me lo cuente una vez, pero que se tire cuatro capítulos recalcando su opinión sobre sus “partes pudendas” me aburre.


¿El resto de personajes? Eileen está centrada en si misma, en describirse a sí misma, que aparecen con descripciones indirectas, sin adentrarse en nada. Hasta que llega Rebecca, totalmente distorsionada por la propia percepción del personaje. No me malinterpretéis, es algo totalmente lógico porque Eileen me ha dado la sensación de estar “muy tocada”, pero es un retrato muy vago de todo lo que hay alrededor de ella. Eileen es muy egoísta, y como tal se nota en la narración.


Tema:


Es una evolución de una persona de pasado truculento, que ha llevado una vida infeliz, y que toma las riendas aunque sea movida por las causas menos adecuadas para ello, como es un crimen.



Trama:


Eileen vive su maltrecha vida sin motivaciones ni esperanzas, solitaria, amargada, hasta que conoce a una nueva compañera de trabajo, y con quien acaba cometiendo un crimen.



Estilo:


La narradora es la propia Eileen contando los sucesos que la llevaron a estar donde en estos momentos está y como es ahora, hace cincuenta años. De vez en cuando se juzga a sí misma en retrospectiva, o juzga el entorno o los personajes con los que se movía. No usa un lenguaje muy complicado, pero si es verdad que es muy repetitiva en ocasiones, reiterando el mensaje de lo egoísta que fue, lo tonta que fue, la mala suerte que tuvo, lo mojigata que era… Realmente, hasta los últimos dos capítulos, no ocurre nada digno de mención, más allá de cómo Eileen va desaprovechando su vida.



Ambientación:


La acción se enmarca en X-Ville, un pueblecito venido a menos americano, días antes de nochebuena. El conteo del tiempo está muy medido en ese sentido, porque cada capítulo es un día de la semana concreto. En cuanto al paisaje, es eso, un pueblecito cubierto de nieve, pero todo con cierto deje decadente, para envolver la descripción de una Eileen apagada, una “don nadie” atrapada en una espiral de amargura. El otro escenario en el que se mueve es la cárcel de menores donde trabaja la protagonista, un antro igual de desfigurado.



Nota final:


3 / 5

Aprueba porque, aunque tarde hasta el penúltimo capítulo, cumple lo que promete. Pero Eileen no es un personaje que inspire a seguir leyendo. Todo está envuelto en una atmósfera oscura, desagradable en general, porque el lector lo va a experimentar desde la perspectiva de la propia Eileen. El crimen es lo de menos, algo traído a última hora, y que para mi ha pasado sin pena ni gloria. Había elementos de sobra que se podrían haber aprovechado mejor. No deja de ser un thriller, pero yo personalmente lo categorizaría como “del montón”.


En fin. De todos modos, agradezco a la editorial Penguin Random House que me haya permitido leerlo, y espero que los siguientes me gusten más.

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