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Review: Saga Steelheart


"Diez años atrás, Calamity irrumpió en la ciudad en la forma de una explosión en el cielo que otorgó a algunos seres poderes extraordinarios. A estos se los empezó a llamar Épicos, y pronto subyugaron a la población empleando sus increíbles poderes con el afán de gobernar la voluntad de los hombres y conquistar el mundo. Ahora, un tirano y furioso Épico llamado Steelheart se ha proclamado dueño y señor de la ciudad de Chicago Nova.

De él se dice que es invencible; ninguna bala puede hacerle daño, ninguna espada puede atravesar su piel, ningún fuego quemar su cuerpo. Nadie se atreve a desafiarlo… Nadie salvo los Reckoners, un grupo clandestino que no goza de poderes pero sí de una férrea disciplina, conseguida tras pasarse la vida estudiando el comportamiento de los Épicos con el objetivo de hallar sus puntos débiles y poder así exterminarlos.

El joven David Charleston se unirá a ellos con el fin de vengar la muerte de su padre a manos de Steelheart. Los Reckoners quieren venganza, y el chico tiene una cualidad que le distingue del resto: sabe que el Épico no es invencible. David es el único que ha visto sangrar a Steelheart."

¿Qué es lo que hace al superhéroe? ¿Los poderes? ¿El traje? ¿La fama? ¿La suma de esos elementos?

La actitud.

Pero, ¿y si sumamos lo anterior, excepto dicha actitud? Pues que nos sale un Épico. Imagina por un momento que una persona de a pie se convierte en uno de estos Épicos. ¿Que hacer con tanto poder? ¡Ay, avaricia humana! De eso va la historia, entre líneas. De nuestra naturaleza. Nos dan un poder inimaginable, ¿y qué hacemos con él? Creamos tiranos, déspotas, asesinos...

No todo es malo. Por otro lado está la esperanza. La esperanza de encontrar a alguno de esos afortunados "bendecidos" por Calamity para que luche contra esos instintos y se convierta en un héroe como los de los cómics.

El libro está narrado en primera persona por el protagonista, David, que no me ha caído precisamente bien. Después de la tragedia que sufrió, ha vivido toda su vida bajo el yugo del sistema despótico de Steelheart como un esclavo más en una fábrica. Lo único que mantiene vida al chico es su deseo de venganza. Es un adolescente "perfecto", aunque sus defectos sean tan superficiales (sus metáforas me provocan un profundo sentimiento de vergüenza ajena) sabe hacer de todo: disparar, sabe todas las debilidades de todos los Épicos habidos y por haber, sabe usar armas de fuego, reacciona rápido siempre... Si él es capaz de hacer algo así, quizá Steelheart no mantiene a sus ciudadanos tan controlados como dicen...

El caso es que su unión con los Reckoners que tanto admira se produce de forma abrupta, y casi de película. Se puede perdonar, por supuesto.

Lo que no puedo perdonar es el caso omiso que se le hace a algunos personajes secundarios a excepción de dos. Esta el líder de los Reckoners, el Profesor, al que David admira. Es un tipo silencioso, cauto e inteligente, que guarda muchísimos secretos. Es al único al que se le presta más atención, porque nos guste o no, esos secretos tienen mucho que ver con todo lo que está pasando. El otro personaje es Megan, el "cebo" que usan para atraer a los Épicos. El autor intenta darle una personalidad difícil, cerrada en sí misma, y lo que consigue se me hace desagradable: es directamente "asocial", y los únicos momentos en los que mejora es cuando David intenta acercarse a ella con una actitud a la que yo denomino: "moscardón pegajoso". Cuando está con ella, David es un desesperado que parece que no ha visto a una tía en su vida más allá de las revistas. A veces se me ha hecho tan inaguantable que he cortado la lectura para ponerme con otra cosa...

Quitando a esos dos, el resto de personajes que conforman el operativo Reckoner apuntan muy buenas maneras, pero no se profundiza en ellos en absoluto. Esta Abraham, un señor de color de constitución gigantesca, marcado acento francés y un cacho de pan. Cody, que varia su propia historia hasta que está contento con ella. Y Tia. La ingeniera. La mejor. Inteligente, inquieta... de ella si que se habla poco, porque se deja su historia para el segundo libro (Firefight), pero ni por esas le dedica el autor una pizca de cariño.

Esto es lo que más arrastra el libro. Es bueno, es recomendable, si, pero se podía haber centrado también en darles sus dosis de protagonismo a personajes que relucirían mucho más que David, cuyas hormonas me ponían de los nervios.

Y ahora, Mitosis. Cuidado, hablar de él implica spoileres.

Mitosis es un escrito breve que describe la vida en la ciudad de Chicago Nova después de que Steelheart haya caído. Como ahora es una ciudad sin dueño, varios Épicos van a presentarse en ella para reclamarla, y vengarse de aquel que ha derrotado a uno de los Épicos más poderosos que hayan existido. Mitosis es uno de ellos.

No es obligatorio leer este libro, porque no es más que una pequeña reflexión, una introducción para el segundo libro que no necesita más preludios que el que se hace a sí mismo.

Por último, Firefight. Cuidado, spoileres de los anteriores libros.

Se me ha hecho ETERNO. No porque fuera malo, no me malinterpretéis. Es que el libro se toma su tiempo antes de ir al grano. Por eso, Mitosis no es necesario leerlo aunque haya continuas referencias a él en el segundo libro. Referencias que no aportan nada a la trama que no se haya mencionado ya. Firefight te describe perfectamente la nueva situación de Chicago Nova, te muestra los combates contra los nuevos Épicos, y cómo todo conduce a una nueva operación, en una nueva ciudad: "Babilar Restaurada", lo que antes se conocía como "Nueva York". Allí domina Regalia, una Épica que puede controlar las aguas a su antojo y que lo ha sumergido todo. Hacia allí se dirige el grupo después de enterarse del asesinato de un Reckoner a manos de un Épico que conocen de sobra: Firefight. Dejan atrás a Abraham y a Cody y conocen a los integrantes del equipo de Babilar: Val, Exel y Mizzy.

El fallo del nulo desarrollo de personajes se repite, centrándose en un David algo más maduro que ha dejado las hormonas de lado el tiempo suficiente como para que su "chica" vuelva a sus brazos. Val está totalmente hueca, y Exel quiere emular a Abraham, y no solo no lo consigue, sino que encima, da mucha pena. Las únicas que parecen salvarse es Mizzy, demasiado adorable para la tarea que tienen por delante, y Tia, cuyo pasado se explica junto a su relación el Profesor y la Épica que controla el cotarro.

¡Pero hay que esperar hasta llegar al 60% del libro para todo eso! Y mientras...

...mientras, solo veréis "¡Chispas!", por todo el texto.

Una cosa que me gusto como detalle de los anteriores libros es que para maldecir o para asombrarse, la gente decía "¡Calamity!". No todo el mundo, claro, otros gritaban otras cosas, pero eso hacia pensar que lo que había pasado con el "asteroide" se había quedado grabado a fuego y había tenido consecuencias en ellos como sociedad, como cultura. Pero... en Firefight, todos los personajes, TODOS SIN EXCEPCIÓN, maldicen con un "¡Chispas!", que se repite constantemente. He llegado a ver cinco seguidos. En una misma página.

Aquí vamos a ver muchos más Épicos en acción y van a quedar resueltas muchísimas de nuestras dudas. Babilar no tiene ese miedo que desprendía Chicago Nova bajo las directrices de Steelheart, pero Regalia es mucho más retorcida. No contaré nada más.

Otro libro recomendable, con un gran final. No tengo ni idea de cuando saldrá Calamity, pero espero que sea pronto. Cierto cabo suelto no va a poner las cosas fáciles para los Reckoners, y ahora que cuenta con nuevos aliados, tengo ganas de verlos en acción.

De lo que no tengo tantas ganas es de ver la película.

Porque va a haber película, según han anunciado en la página web oficial del autor (http://brandonsanderson.com/steelheart-news-updates). Fox se ha hecho con los derechos de Steelheart y Firefight. Rezad para que lleguen los héroes. Rezad.

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