Review: After Dark, de Haruki Murakami
- M. C.
- 18 oct 2016
- 3 Min. de lectura

Hace unas semanas acudí a un club de lectura de literatura fantástica y terror que se celebraba en la ciudad. El libro que nos ha tocado leer para la ocasión ha sido “After Dark”, de Haruki Murakami. A algunos os sonará ante la increíble resolución de este año del Nobel de la Literatura, al que optaba el autor y que al final se ha llevado… Bob Dylan. No voy a entrar en la polémica, porque aquí hemos venido a leer.
La trama de esta historia gira alrededor de dos hermanas, Mari y Eri Asai, y lo que viven tanto ellas como una serie de personajes de la noche japonesa en la ciudad durante la madrugada. A lo largo del camino no solo nos toparemos con personajes memorables, muy reales y definidos, sino con una serie de situaciones que nos irán abriendo una por una las puertas a una filosofía de vida más profunda de lo que unos simples hechos nocturnos suelen dejar entrever.
La edición que he leído encabeza cada capítulo con el dibujo de un reloj analógico que va expresando la hora en la que se inicia la acción. Ese detalle me ha gustado mucho.
Entre los personajes que encontramos, las hermanas protagonistas no podrían ser más distintas: la mayor, guapa, popular, famosilla... y la menor, que sabiendo que no puede compararse a su hermana, ha tomado un camino más intelectual, centrada en sus estudios. La noche y el día. Conforme pasan las horas, Mari, la menor, se ve envuelta en una espiral de acontecimientos que salpican a las personas con las que se cruza, que van surgiendo enlazándose unas con otras.

Otro punto a destacar es la cultura japonesa que se refleja muy bien en el libro: la sociedad reprimida se abre durante la noche a un mundo totalmente distinto. No es la fantasiosa sociedad que se nos refleja en muchas ocasiones de forma exagerada, sino que la acerca, nos demuestra que, aunque tiene algo mágico, no está exenta de oscuridades.
Los escritos de Murakami (y bueno, creo que los de cualquier otro) pueden adquirir más significado según las vivencias y experiencias de quien los lee. Con él he percibido más esta concepción. La frase “Un libro llega cuando tiene que llegar” le viene que ni pintado. Estaba jugando a la par al Persona 4 Golden, un juego que toma como base la filosofía de la personalidad de Jung. Así que, con este mensaje bien firme en mi cabeza, he visto varias similitudes dentro del libro, así como una referencia a los recuerdos, a cómo nos hacen ser lo que somos.
Escribir sobre un libro así de profundo es complicado. Más que nada porque con dos libros que llevo del autor, ya me ha demostrado que lo que pueda extraer cada uno de dichas obras es algo muy personal. “After Dark” es un libro muy cortito e intenso, con alma. No se puede una quedar con lo que ve en la superficie de la narrativa; hay que ir más allá. Más allá de las sombras, más allá de la máscara, más allá de los espejos. Cada acción, cada detalle esconde algo más. Por esto mismo, quizá, no sea una lectura apta para todo el mundo.
Aún así, es una lectura que particularmente recomiendo experimentar, al menos, una vez en la vida. Guste o no guste, algún detalle habrá que nos conecte. Que nos haga pensar, ya sea para bien o para mal.
Así que lectura recomendadisima, de cinco estrellas.
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